La comunión en la vida de la Iglesia de Terol, es un elemento esencial. Solo la convivencia edifica la comunidad. Por lo que partimos con optimismo, esperanza y con la convicción de la ayuda del Espíritu Santo, para edificar la comunidad, en la que integrar nuestro proyecto de vida personal en sintonía con el proyecto comunitario.
La Iglesia local es la base y fundamento de la buena noticia del Evangelio, de nuestro Señor Jesucristo, ya que la vida comunitaria trasmite mejor que ningún otro medio la naturaleza sobrenatural de la fe. El amor entre los hermanos/as testifica de una nueva dinámica del corazón, de una realidad transformadora por el Evangelio y que este no es mera teoría.
La vida de la Iglesia tiene como objetivo la edificación de todos los creyentes. Una Iglesia madura es aquella en que todos hermanos/as han alcanzado un conocimiento profundo de la Palabra de Dios (1ªPd .2:2)
La adoración es la fiesta del reconocimiento de nuestro Dios, de su persona, de su obra y de su acción salvadora. Celebrando con alegría, libertad y creatividad.